Los Gripau y otros engaños
Por Ricardo García Moya
Si usted accede por Internet a las páginas virtuales de la Generalidad Valenciana constatará un
hecho: están en purísimo catalán del Institut d'Estudis Catalans. Doña Rita Barberá, por tanto, ha sido
consecuente eon la politica lingüistica que se está perpetrando en el Reino de Valencia, pero tendría que
haber esperado (o disimulado) algo más, pues la capital todavía no se ha rendido al catalanismo. Ella
sabe los miles de millones que la Generalidad quema en maestros catalaneros, publicaciones como "Saò"
(mimada de la Diputación de Valencia), o actividades como la Escola d'Estiu y los siniestros Gripau.
Los Gripau ya están preparados a miles para ser entregados a los estudìantes de BUP en octubre.
Los Gripau son textos de cincuenta páginas donde la Generalidad Valenciana corrompe
lingüísticamente a los menores valencianos al imponer las normas del Institut d'Estudis Catalans,
normas alienas que deberán usar para acceder a carrera universitaria o ser funcionario. Los Gripau han
sido ideados por lo más sórdido del catalanismo militante. Los Gripau, con el apoyo de la Generalidad y la
Conselleria de Mr. Amb (siempre juran el cargo con esta preposición catalana) fueron ideados para
destrozar el idioma valenciano e introducir sintaxis, léxico y ortografía del IEC.
Los Gripau consolidan la prohibición de uno de los elementos singulares de la lengua valenciana: el
articulo lo. Por ejemplo, quien escriba "Va fer lo que era més convenient", deberá modificarlo por "Va
fer el que era mes convenient" (p. 16). Ocultan que el artículo lo es coetáneo de Jaime I y permanece vivo
en la lengua valenciana actual, no en la catalana.
Los Gripau utilizan este léxico:"Desenvolupament. Constitueix el nucli, doncs, I'anàlisi" (p.11 ) y
promueve construcciones anfibológicas con el verbo estimar, como en Barcelona: "dos germans
sTMestimen molt la mare
" (p. 18). Los Gripau, ensalzan el adverbìo avui catalán, aunque ocultan que es
una corrupción del siglo XVIII: Agrada bastant la pilota, però avui ja hi ha" (p. 18)". Nuestros hijos son
violentados lingüísticamente por los Gripau que utilìzan los a més a més (p. 3), los petit (p. 9), las
terminaciones verbales catalanas consisteix; afegeixen; los arcaísmos y caprichos del Institut d'Estudis
Catalans: síntesi, tipus, emparar, avaria, rancor, revanja, sergent, fetus, butlletí, etc. Y quien no
utilice esta disparatada jerga catalana, ya sabe lo que le espera: emigrar del indefenso Reìno de
Valencia.
A todo bombo y con múltiples banderas de Cataluña vuelve el libro de la Escola de
Estiu del País Valencià, generosamente subvencionada por la Generalidad, la Diputación de Julio de
España y la CAM. Los mismos de todos los veranos (de la Rovira i Virgili de Tarragona y del Pompeu
Fabra de Barcelona) aleccionarán sobre "el Ilenguatge a nens i nenes del País Valencià" (p. 35).
Para que no falte la alegría un taller tratará sobre "balls del País Valencià" (p. 65). Por si fuera poco, con
dinero que generosamente entrega la Generalidad, también anuncian las jornadas sarda- neras de la
"Tardor"en Algemesí (prefieren el catalán tardor al valenciano otony, como consta en el Thesaurus de
1575, o el Escrig de 1851 ).
La agresión excede al tema de la lengua. Están jugando con nosotros y las
palabras de los políticos no coinciden con los hechos. Valencia, en comparación con Barcelona,
Madrid, Sevilla o Alicante está quedando marginada. Da la impresión de que buscan otra capital para la
Comunidad Valenciana, pues la actual es un obstáculo para los políticos que sólo pretenden pactar y
sobrevivir, engañando al Reino. En cierta ocasión, el alcalde catalanero de una ciudad turronera me
comentó que el único obstáculo para la catalanización del Reino (él dice PV) era Valencia. Su deseo,
expresado en plena discusión, consistía en que "una riada se Ilevara Valencia al mar". EI metafórico
plan lo están cumpliendo con otros medios: marginación, indiferencia y engaño.
Quizá en el 2000 la despersonalización esté lograda. Poco a poco van alzándose
toscos bloques paralelepípedos entre ruinas de bellísima arquitectura popular. EI barroco donde el
Padre Toscá delineaba sus planos, o las casas donde las valencianas preparaban munición para vencer a
los franceses en 1808 se desploman aquejadas de osteoporosis social. Entre la burla soterrada y el
escarnio descarado, la basura urbanística infecta el rítmico bordado arquitectónico. Una sucia chimenea
oxidada frente a la joya del Mercado Central o los hexaedros de rebaja que destruyen a la perspectiva
barroca de Santa Catalina con los símbolos actuales frente a la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de
Barcelona, la boda real, el nuevo Puerto de Alicante (40.000 millones), etc. Cajas de zapatos de ladriIlo
barato, con agujeros que simulan ser ventanas y puertas aterrorizan al asombrado visitante que constata
un hecho singular: Valencia es la única ciudad del mundo cìvilizado que está destruyendo su bellísimo
legado urbanístico. Desde Sarajevo a Alicante cuidan y restauran meticulosamente su arquitectura
popular, religiosa o militar ¿Quién engaña a Valencia?
Las Provincias 6 de Julio de 1997