La boda del Mongó
Por Ricardo García Moya
Las Provincia 17 de Enero de 1999
Meticulosos, sin dejar resquicio, todo lo aderezan al gusto del Institut d'Estudis Catalans.
Hasta el enigmático Mongó, por ejemplo, lo han trasformado en "Montgó", burlando la
tradición idiomática en lengua valenciana. En 1797, el riguroso Cavanilles anotaba que "en
Denia empiezan las raíces del Mongó" (Observ., p. 213), reproduciendo el topónimo en el
idioma valenciano de Denia, idéntico al que en 1873 se oía en el teatro de la citada ciudad al
representarse "La cara de Mongó", de Manuel Barreda.
EI argumento de la obra trata sobre el deseo de casarse del Mongó, hecho que atrae a una serie de
damas tan heterogéneas como "la Cova de I'Aigua, la Pansa, la Palma del Margalloner, la Seba-
Porra y la Cova Tallá". Cada pretendiente expone encantos y virtudes, que son replicados con
agrios comentarios del vetusto Mongó: "La Palma puncha, la Cova de I'Aigua està fosca, la
Pansa está sema...". Este léxico que alegró a los dianenses la noche del 2 de enero de 1873
está prohibido en los centros de ESO y BUP; ahora nadie puede escribir que la
"Cova Tallá está Ilunt" (p. 6), "s'advertix a la orquesta" (p. 6), "soc yo gran tesor" (p. 8), "eixa
aigua destilá" (p. 8). Quizá algún alumno de la academia de catalán Canal 9 se asuste del
idioma valenciano normal; limpio de arcaísmos, eles geminadas y caprichos del IEC, como
Iluny, adverteix, orquestra, jo, tresor, destil-lada, etc.
EI Tercio de Cataluña que controla la sociedad valenciana excluye a la categoría de ciudadano de
primera (con derecho a ser funcionario, por ejemplo) a los que no traguen el sandwich consonántico ntg,
es decir: un estudiante de Denia tendrá que escribir "Montgó", adulterando el vocablo, si
quiere pasar curso. Pero hay argumentos que conviene recordar, como el del topónimo
aragonés Monzó o Monzón, voz derivada del latín "Mons" y un segundo elemento "cao", de
origen prerromano. A partir de estos étimos fueron apareciendo variables como Monsó,
Monçonís, Monço. Lo curioso es que el dianense Roque Chabás -que no cita el ejemplo de
Monzón- recoge que los árabes valencianos Ilamaban a la montaña de Denia "Caon",
imperfecta homonimia del mencionado "cao". Y por supuesto que el erudito Chabás escribía
Mongó, no Montgó.
Los ladrillos inmersores (el Alcover, las Grandes Enciclopedias valenciana y catalana, etcétera),
aunque alardean de imparcialidad científica, son campo minado para cazar al ingenuo estudiante. La
documentación sobre el Mongó está censurada, y ciertos entrecomillados que fingen reproducir
el habla de una determinada zona son fraudulentos. Por ejemplo, en el Alcover leemos: "No et
fies de Denia, ni de terra que es rega amb senia", incrustando la falsa preposición amb como
si fuera voz del Reino.
Respecto a la boda, hay que sumar otros personajes tan simbólicos como "els pilons del Mongó y el
Saladar". Los primeros se presentan con el prohibido pronombre valenciano: "Mosatros som els dos
Pílons del Mongó" (p. 10); pero la figura que decide quién será la afortunada esposa es el
mítico "fray Pere Esteve", que anuncia a los dianenses: "He vengut yo, perque soc sabi profeta.
Mongó no se pot unir mes que a la Cova de I'Aigua" (p.13). EI franciscano fray Pedro Esteve,
nacido en Denia en 1582, siempre usaba el idioma del Reino. En la biografía publicada en
1677 leemos: "En su lengua valenciana, en que siempre predicaba" (Mercader, C.: Vida de
F. Pedro Esteve, 1677, p. 47). EI religioso alude al Mongó como un lugar sagrado: "Ermites en
Mongoy se troben, y se diu missa" (p.128). Fray Esteve suponía que el segundo término del
topónimo derivaba de goy, voz hebrea que designaba a los no israelitas. No es descabellado,
hasta el XV los hebreos formaron parte de la sociedad valenciana. Mons goy equivaldría,
según fray Pere, a "Monte de la gentilidad".
Es gozoso leer poesías de fray Pedro, las originales, sin manipulación catalanera. Escribe sobre la
"fortalea de la carrasca y la flaquea de la canya" (no fortalesa, alzina i flaquesa). Trata sobre
les montanyes (no muntanyes); es- cribe mentres (no mentre), pedra y arena (no pedra i
sorra), besar (no petonejar), "fa el conte" (no compte), "plou en un charco" (no a un xipoll);
lanza metáforas sobre "les foches de la Albufera y els machos del Almodí". Usaba adverbios
con ortografía correcta "estiga ya fet" (no ja); y Ilamaba Maestrat (p. 328) al Maestrazgo no
"Mestrat". Aunque parezca absurdo, este idioma valenciano usado por un dianense nacido en
1582 -y por los valencianos normales en 1999- está prohibido por nuestras autoridades Acabo
de visitar las restauradas ruinas de Lucentum -dependientes de la Diputación de Juli de
Espanya- y en el horario observo que usan el barbarismo "tarda" Añadan ustedes el
comentario.