En la fonda de Marimendrales

Ricardo García Moya

Como hay mucho ateo emboscado y el Carrascosa nos pervierte con anuncios de viudas ardorosas y credos a San Zaplana, no estará de más que estudiemos algún misterio de los que Timoneda escribía para ser representados en la fiesta de Reyes. Uno de ellos fue el del Castell de Emaús (sic), donde la magia narrativa de Timoneda transforma la palestina villa de Emaús -según San Lucas- en la caótica posada manchega de la vieja Marimendrales, su marido Gonçáles y el mozo Antón Bovo, trío cómico de habla castellana. Estrenado ante el sevillano arzobispo de Valencia Joan de Ribera en 1569, no le pareció ofensivo al prelado que los papeles de graciosos se asignaran a la familia castellana de Marimendrales, mientras que los romeros Cleofás, Lluch y el mismo Jesuchrist dialogan en idioma valenciano.

Estas piezas renacentistas exportaban léxico al castellano y catalán. Cuando se publicó el misterio, medio globo terráqueo era explorado por heroicos catetos salidos de Puerto Urraco y alrededores. De Florida a Filipinas los castellanos exploraban territorios sin saber que eran exploradores, al no existir tal palabra y concepto en el idioma de Castilla hasta el 1600, cuando se documenta por vez primera. Cervantes no la quiso usar en el Quijote, quizá por considerarla exclusiva de la dulce lengua valenciana que escuchó a su amigo Ti-moneda, el cual sí la utilizaba: célebres exploradors (Emaús, v.4). No era el primero, Fenollar y Roiç de Corella manejaron esta familia léxica en el XV anticipándose nuestro idioma al de los vecinos. Aparte de crear neologismos, la lengua valenciana mantenía léxico mozárabe anterior al 1238. Así, el sustantivo corder, cordero (equivalente a los catalanes anyell y xai), era producto de la casa, según reconoce hasta el etimólogo catalán más resabiado: el valenciá corder...es pot descartar que corder sigui manllevat del castellá... es, dons, una forma heretada del mossàrab (DECLLC). Derivado del latín cordus", era de uso habitual en el Reino: lo corder coneix la mare entre 500 en lo bel (St.Vicent: Sermons, h. 1400). El dramaturgo Timoneda utilizó, como St.Vicent, las formas corder y cordero, sin rechazar el diminutivo: un corderet (v.257), recurso literario perseguido por los arcángeles de San Zaplana, que ordenan escribir petit anyell o petit xai a los blandos universitarios valencianos.

Semánticamente se iba clarificando el valor de verbos como lliurar, equivalente al castellano libertar: gent homicida / quant sens orde, ni compas / han lliurat a Barrabas (Emaús y. 154). Significa dejar en libertad, sin dueño o poseedor; siendo contrario al catalán lliurar que equivale a entregar un premio, un objeto o una persona. En el aspecto sintáctico, Timoneda construye acusativos con la preposición a (lliurar a Barrabás), prohibido por la inmersión; e introduce circunstanciales de lugar con la preposición en ante topónimos: en Turquia (Mist. Iglesia, a. 1575), respetando la sintaxis clásica de la cancillería real: lo maravellós que feu en Roma (ACA, reg. 2.239, f.83. Carta del rey Martí als prohomens de Valencia, 9 novembre 1397). Timoneda no confundiría el valenciano estic en Valencia con el catalán soc a Valéncia. En otra estrofa, Marimendrales llama al locuaz esposo cudolete (v.145), castellanizando el valenciano cudolet: persona que por su tono o mucho hablar nos molesta (Escrig, 1887). También significa piedra pequeña como diminutivo de cudol; palabra de raigambre mozárabe (DECLLC) equivalente al castellano codón y catalán còdol, que es la corrupción que se enseña a los valencianos.

La inmersión prohíbe el neutro lo, despreciando que es recurso sintáctico usado desde los clásicos como equivalente del nombre abstracto de la cualidad o para introducir proposiciones sustantivas. Como Timoneda no tenía que ser presentador de Canal 9 o funcionario del gobierno de PP y CIU, lo aplicaba correctamente: un pecadoret com yo, ques lo que pot fer plorant? (y. 180), lo que mal fet está (v.162). La sintaxis catalana de la Generalidad retrotrae a una jerga que no diferencia entre el que pot" y lo que pot. Los clásicos como Valmanya construían: fent lo contrari (Carcer, a. 1495), y en la traducción al valenciano de Valerio Máximo, Canals escribía: en lo qual (a. 1395), y en las Trobes leemos: lo que voleu (a.1474). El humanista Esteve, en el diccionario valenciano, recoge multitud de ejemplos: lo que ell volia; yo faré lo millor; yo faré lo degut (Liber. a. 1472). El uso del neutro lo sigue vivo. En las Hogueras del año 2000, en Alicante, una Barraca" o comisión festera con dos pares de melones entregó el premio El millor de la Terreta al periodista Vicente Hipólito de la SER, diferenciando el galardón, sintáctica y semánticamente, del lema Lo millor de la Terreta que ostenta la propia Barraca. En el folleto que conservo puede leerse que la Barraca Lo millor de la Terreta otorga el premio a El millor de la Terreta.

Desde el condado nos analizan como si fuéramos insectos. Timoneda escribía maravellós (y. 205) igual que Martorell o el escribano del Llibre de Catí (a. 1328); es decir, diferenciando el adjetivo del catalán meravellós. Estas singularidades enloquecen a los filólogos del IEC Max Cahner (esposo modelo) y Gulsoy, que refunfuñan: maravella es la pronuncia unánime entre valencians, tant que lhaver de grafiar-ho amb e és un dels entrebancs amb que topa lensenyament de la llengua correcta en el País, de manera que hauria estat millor no introduir aquest entrebanc inneceasari (DECLLC). Esto lo escribían hacia 1985, cuando no sospechaban Cahner y Gulsoy que el femer de la Universidad valenciana se deja introducir" por donde ustedes saben no sólo el meravella" de marras, sino el mismísimo Boeing 767 de las Torres Gemelas.

Ellos, desde Cataluña, mandan en la academia de Ascensión y demás sucursales coloniales. La inmersión, además, cuenta con el acusica diario catalán Levante, que arma la escandalera denunciando a cualquiera que use el idioma valenciano y no el catalán. Si un fallero escribe, por ejemplo, maravella y no el catalán meravella, los colaboracionistas lanzan apocalípticos alaridos ¡Guauu, guauu, fulanito escribe con faltas de ortografía, guauu, guauu! Mientras, el esposo cerrajero Max Cahner declara la unidad de la lengua, ocultando que ha sustituido léxico valenciano por el catalán, la morfología valenciana por la catalana y modificado las construcciones sintácticas y valores semánticos valencianos por los catalanes. Así son los dioses adorados en la academia de Ascensión que, en cierto modo, semeja la versión lingüística de la fonda de Marimendrales.

Diario de Valencia 30 de Diciembre de 2001