El idioma valenciano de los obreros del Barroco
Por Ricardo García Moya
EI Institut d`Estudis Catalans (IEC) no admite disidencias. Si sentencia que una palabra es repudiable,
aunque en el Reino fuera usada por catedráticos de universidad; obreros y literatos, no hay perdón. Así,
en el Diccionari de barbarismes (Ed. De Vecchi, Barcelona 1987) utilizado en la Universidad de Barcelona
encasillan como bárbara la voz valenciana "paraís". Sólo la culta y catalana Paradís merece figurar en el
diccionario del IEC.
EI Diccionari de la Real Academia editado por LAS PROVINCIAS respeta la voz
autóctona, mientras que la inmersión propaga la imposición catalana. Y no hay razón, pues el étimo de
Paraíso no nació entre el Liceo y la estatua de Colón, sino en el remoto Irán hace milenios. En su periplo
hacia Occidente generó variables en las lenguas europeas (como "parabisu", en vasco), hasta llegar al
Reino de Valencia, donde se adoptó paraís tras el meremágnum léxico medieval. En el diccionario
trilingüe editado por Pou en Valencia -en 1575 y tras estudiar en su universidad- encontramos parays;
grafía que mantiene en la edición barcelonesa de 1580 (f.159), y que estaba documentada con Y desde el
1300 (Corominas).
Un siglo después, en poesías de fray Josef Carbó leemos: "en lo Paraís terrè
estaven Adam y Eva" (Torre, Fco.: Luces, Valencia, 1665, p. 332). De igual modo,
el catedrático Batiste Ballester escribe: "en lo Parais terrenal" (Ramellet, Valencia, 1667, p.
9). La palabra estaba consolidada, de ahí que en los diccionarios de Escrig (1851) y Fullana (1921 ) la
conservaran hasta Ilegar al editado por LAS PROVINCIAS en 1997. Los valencianos, en consecuencia,
tenemos derecho a escribir paraís; aunque la inmersión subvencionada arrasa con todo (la llamada Playa
del Paraís, entre la Vila y Campello, la han rebautizado como Paradís).
Otra palabra calificada de bárbara es la valenciana esquedra (Gimeno, I.: Diccionari,
Barcelona, 1987, p. 75); sólo la admiten si equivale a escuadrón de gente armada. La palabra catalana
que los inmersionistas enseñan a los niños valencianos es escaire, corrupción condal del étimo latino
quadrum y el italiano squadrone. Llamar barbarismo a esquadra es una forma de hacer el ridículo, pues
aparte de ser palabra viva (y por ello figura en el Diccionari de LAS PROVINCIAS), un bárbaro insigne
llamado Jaume Roig, autor del Espill, la utilizaba en 1460 (DCEC, Corominas).
En las fiestas de la Inmaculada del año 1663, el Gremi de Obrers de Vila mostraba en su
carro triunfal unos carteles con alegorias sobre ferramentes (no eines) utilizadas en su oficio. Esta
organización equivalía a las actuales CC.OO. de la construcción, aunque sin liberados con subvenciones
millonarias para aniquilar el valenciano e introducir el catalán. En los versos aparece el plom, plomada en
castellano; el palustre, o pala de enlucir el estuco de las paredes; el nivell, para comprobar la
horizontalidad; la plana, que "tot lo aplana"; el pich. o pico para demoler; y la esquadra para cuadrar
ángulos rectos en las estancias (Valda, Fiestas, Valencia,1663, p. 478).
Leyendo las alegorías del texto original comprobamos que el Gremi de obrers de
vila utilizaba -en la lengua valenciana de 1663- el sustantivo esquadra, no el escaire catalán: "La Creu os
servi de esquadra/y os quadrá en la Concepcio/quant pera sa habitacio/Deu os feu perfeta quadra"
(Valda, p. 478). La esquadra del siglo XVII solía estar formada por dos maderas que formaban L o T (tau o
doble esquadra), sirviendo para hacer "quadra" o cuadrar perpendiculares en suelos y paredes.
Hay más vocabulario del sindicato o Gremi de Obrers del año 1663 que enlaza
con la lengua valenciana viva, aunque los gabinetes de normalitza- ció catalana de
CC.OO. no lo podrá conocer, pues el diccionario del Ins- Titut d'Estudis Catalans ignora este idioma o da
informacibn errónea. Asi, palustre significa según el diccionario de LAS PROVINClAS: "paleta trian- gular
d'obrer", lo que concuerda y hace comprensible este texto de 1663: "palustre, que lo llustre a les obres
sol donar" (Valda, p. 478). El diccionario del Institut d'Estudis Catalans desprecia esta acepcibn y sólo
informa que "Palustre" es relativo a pantanos o marismas. Con esta obra sería imposible leer a nuestros
antepasados anteriores a Almansa.
Otra palabra que causa terror a inmersores y valencianistas ambiguos es maestria.
Despreciada por bárbara y expulsada de los diccionarios, era habitual en los valencianos libres, incluidos
los obreros del barroco: "per que Deu, ab maestria"(Valda, p. 477). El Gremi de Obrers de Vila era fiel a
maestría, voz usada por Ausias March en el siglo XV y, en 1763, por Fray Luìs Galiana.
Los obrers de vila escribian "al afligit ampara" (p. 479) no empara; y utilizaban "ingenis y
pichs" (p. 477); de ahí que el diseñador de estas ma- quinarias o "ingenis" fuera llamado "ingenier" en
lengua valenciana; como consta en el diccionario de LAS PROVINCIAS, no el catalán "enginyer" del
Institut d'Estudis Catalans. Y así, en los escasos versos, podríamos se- guir señalando las diferencias
entre el valenciano del Gremi de obrers de 1663, y el catalán de los gabinetes sardaneros de CC.OO.
Las Provincias 22 de Noviembre de 1997