El `Empar´ que jamás existió
Ricardo García Moya
Los barbarismos catalanes, con total apoyo de la Generalidad, invaden nuestro espacio vital. Si la falla Na Jordana escribe, por ajemplo, “gegant, perruqueria i pescateria” en lugar de las valencianas “jagant, peluqueria y peixcateria”, obtendrá aplausos del poder y titulares del diario catalán “Levante”. Aunque no es lo mismo, esto viene a cuento por un anuncio a toda página y color del madrileño “El Mundo” (Ed. Alicante, 12-5-02), publicitando el “Forn Desemparats” (sic) del Mercado Central y de la calle Guillem Sorolla de Valencia. Sería digno de Sherlock Holmes descubrir qué pretenden al publicitar en catalán el pan que aquí, en Alicante, se vende con la misma calidad y precio. Lo de “Desemparats” no es el nombre antiguo del establecimiento, pues en tal calle vivían familiares míos, y jamás hubo un horno normalitzat (que sus razones tendrá); pero no encaja que se anuncie en Alicante y repita en las pocas palabras del enorme anuncio las voces “Desemparats, Empars, Emparigües”, en lugar de las valencianas Desamparats, Amparito, Amparo (podría aceptarse Ampar), Amparigües, Amparín, etc. No creo que la gente vaya de Alicante a Valencia para adquirir pan en tal horno, pero el anuncio ha logrado que algunos alicantinos piensen que en Valencia se usan tales palabras. Por cierto, jamás se bautizó a ninguna “Empar” hasta la contaminación posterior a 1940, con el franquismo fusteriano y meapilas.
Lo que es innegable es que existió un arcaísmo “emparar” en los romances hispánicos, y basta leer al riojano Berceo o el castellanísimo Cantar del Cid para comprobarlo: “abremos grand empara” (Cod. Cid, h. 1207, v. 450). Es decir, que mientras Berceo y el juglar de Medinaceli usaban “emparar” en castellano, en los cartularios romances del monasterio de Poblet aparece “amparandi... honorem” (año 1194), y en textos del latín arromanzado del pallarés, “amparet Bernardum de Torenna” (año 1170). Esta dualidad morfológica, en el idioma valenciano, acabó con el triunfo de “amparar” por la tendencia a la abertura inicial átona. De ahí lo raro que el “Forn Desemparats”, al felicitar a “les Empars” en lugar de “les Amparos”, olvide que tal nombre jamás existió en la onomástica valenciana, como reconoce hasta el pícaro Corominas “la variante empar es artificial, mera corrección purista en una palabra poco arraigada” (DECLLC, Ed. La Caixa, Barcelona, 1995). Como es pícaro, añade que “parece que en Valencia tiene más extensión y no sé si más espontaneidad” (íd.) ¡Qué pillo es el menda! Dice que no sabe si tiene más espontaneidad en Valencia, cuando la documentación más antigua que ha encontrado es un texto en catalán fusteriano de 1960, año en que hasta “Lo Rat Penat” sardaneaba al usar lo del amb y el desenvolupar, al tener como modelo idiomático la Revista Valenciana de Filología catalana (similar a la AVL), controlada por Joan Fuster, Gulsoy, Sanchis Guarner, Martí de Riquer, Dolç, Bohigas y toda la fusilería del IEC.
Los valencianos tenemos documenteción que demuestra que la adopción definitiva de “amparar, amparo y desamparats” no fue imposición del GAV o UV: “desamparada” (Vilanova, Arnau: Obres, XI. 75, h. 1290); “desampararia tot” (Crónica de Pere IV, abans del 1387); “ampares” (DCVB, doc. any 1392); “amparar... no obstant lampara” (Roig: Espill, 1460); “deIs desamparats, ajudador dels malalts” (Martorell:
Ag. II, 170, 1490); “desampararen la artilleria” (Breu relació de la Germania, 1519); “me desampares” (Montanyes, Jaume: Espifl de ben viure, 1559); “eres del christiá amparo” (Timoneda: Misteri de la Iglesia, 1575); “confraría dels desamparats” (Porcar; J.: Ms. Coses, 1615); “troben en vos lo amparo... desamparat” (Mateu y Sanz, A la Verge de la Sapiencia. Bib. Nac. Madrid, Ms. 3746, 1642); “unich amparo en tots los perills” (Archiu Mun. Oriola, Leg. 984, Generalitat, 1649); “lo patrocini y amparo” (Orti, M. A.: Segón Cent. Can. S. Vicent, 1656); “desamparats (Inv. Sta. María de Castelló, 1674); “que em ampare ans (Cucarella: Luces de aurora, 1665); “desamparats” (Ros, Carlos: Tratat, 1736); “la mort me ampare... morirse desamparat” (Escoriguela. Stabat Mater, 1799); “busca qui t´ampare” (Balader: El pare alcalde, 1871); “sinse amparo es queda hui” (Escalante: El agüelo Cuc. 1877); “mos ampara” (Sánsano: Una sublevació en Jauja, Elig 1896); “desamparadament” (Escrig: Dicc.1887); “Mare de Deu dels Desamparats” (Gadea: Tipos, 1908; “perque lampara” (Alberola: Terres secanes, 1924) “amparar, desamparar” (Dicc. RACV 1997). La AVL, igual que alguno hornos, desprecia a los autores citados y fomenta el arcaísmo “emparar” que impone Cataluña.
Hablando del pan, Corominas condena “el recentíssim panaderia”(DECLLC), olvidando que más “recentíssim” es el artificial nombre propio “Empar” (a. 1960) o la “nissaga” (h. 1800); no obstante, los catalaneros pierden el culo bautizando a sus hijas con este engendro para fortalecer la “nissaga” inmersora (en idioma valenciano clásico existe “ginea”, equivalente a estirpe). La voz “panaderia” era patrimonial antes de Almansa, “arrendadors de la panadenia” (Llibre Est. Peñíscola, any l698), así que no era tan reciente este sustantivo que enlaza con el valenciano “panader” (DCVB). Como ven, nos tienden trampas los que viven del catalanismo, que son miles y miles.
La academia de Ascensión apoya todas las guarrerías idiomáticas del IEC, aunque son tan chapuzas los acuerdos de la AVL que parecen dictados por los Morancos. Así, el solemne “Acord de la AVL” (20/5/02) está lleno de barbaridades que sólo pueden cometerse aposta y para hacer reír. En el documento patinan, por ejemplo, al afirmar que el sustantivo “gasto” no está documentada “en texts dels segles XIII al XVI”. Ahora comprendo que quisieran un asesor idiomático estos virtuosos de la lengua y hacer el ridículo, pues el inexistente “gasto” está presente desde el siglo XIII al XVI, sea como el mozarabismo “guastar”, usado por San Vicent (h. 1408), Roig (a. 1460), y Martorell (a. 1490); o en la forma reducida “gastar”, preferida por Eiximenis: “gasten e porten a destrucció” (a. 1387). Como es sabido, el humanista catalán escribía en nuestro idioma, pese a reconocer humildemente “el seu pobre entendre en llengua valenciana”; aunque más paupérrimo es el de los miembros de la AVL. Eso le pasa a Ascensión por no haber consultado a cualquier miembro de la Real Academia de Cultura Valenciana, que le habría sugerido sin cobrarle nada que leyera, por ejemplo, el popular Thesaurum de 1575 (de veritat, Ascensió, que lany 1575 es del siglo XVI), donde Pou escribe: “lo gasto… fer grans gastos... cosa dels gastos... Ilibre memorial, en que se escriu lo gasto del dia... cuc que es fa en los seps y los gasta...” (Thes. Valencia 1575). Mentres tingam entre mosatros estos mespantofles cegos cronolexics, arrancant rails y enredrant desde el chiquets als yayos ¿cóm no eixirán a toneIlaes “Empars” y panaderies de desamparats “desemparats”?
Diario de Valencia 9 de Junio de 2002