Autoservicio heráldico en el Ayuntamiento de Barcelona
Por Ricardo García Moya
Sainete y de los buenos en el Ayuntamiento de Barcelona. La causa del embrollo son las dudas
suscitadas entre los partidos políticos por la heráldica barcelonesa: "Los concejales del Ayuntamiento de
Barcelona finalmente han decidido acabar la absurda polémica sobre el escudo de la ciudad condal.
Absurda porque un tema de carácter histórico-heráldico se había hecho político:"
Raro, muy raro les parecerá a los catalanes de estos predios, acostumbrados a que el saber -sea
gramatical, heráldico o estético- venga asépticamente envasado desde "el Principat". Pues no señor,
resulta que los manejos de antaño -con la apropiación de las barras aragonesas- trastocaron el tingladillo
simbólico. De momento, el escándalo lo ha solucionado el rimbombante "conseller heráldic de
Catalunya
" Armand de Fluviá; que ha dicho basta, pero bastamente.
Fluvi , irritado, escribe contra "algún aspirante a heraldista" que desconoce la presencia de dos barras
en los antiguos escudos. Pero la sorpresa viene con la otra conclusión: superponer una corona de reino
al escudo de Barcelona
. Y digo sorpresa, no enfado, pues a los valencianos nos da igual que se
atribuyan tal honor o que se pongan, como la Martirio, una maceta o una botifarra sobre las barras. Pero
no deja de ser chocante los argumentos esgrimidos para arramblar un símbolo que, supongo, sólo el Rey
de Valencia podría legitimar; y ni siquiera le han preguntado qué opina.
Las razones de Fluvi son inefables: "La novedad del acuerdo está precisamente en el timbre del
escudo, o sea, la corona. Yo quisiera que alguien me explicara cuál es la corona del conde de Barcelona".
A continuación expone que, al ser Barcelona capital de condado, convendría timbrar el escudo con corona
de conde; y añade irónico: "i tothom content. Pero aixó no és aixi".
¿Y por qué no? Porque idéntica corona la usan condados "como el de Cocentaina o Albaida" y, según
Fluvi , comparar estos títulos con el del condado de Barcelona "es delirant i antihistóric". ¡Vaya, vaya! -
Es para quedarse hierático y acartonado ante el cientifismo del heraldista de Cataluña; ni siquiera se
remonta a concesiones reales. Como autoridad heráldica del pujolismo sentencia que "la corona que
corresponde al escudo de Barcelona es la real, y no otra"; y se queda tan pancho.
La autoconcesión no ha suscitado, como era de esperar, crítica alguna de los plumillas catalaneros.
Otra cosa sería que el escudo de Valencia no tuviera corona real desde el siglo XIV, y García
Broch
propusiera incorporarla. AI dia siguiente, la prensa del social catalanismo y Canal 9 proclamarían la
caza y captura de la concejal de UV.
Y menos mal que el acuerdo fue tomado antes de que LAS PROVINCIAS diera la noticia sobre el
simbolismo egipcio en la Real Señera, pues, seguro que Ios comisionados Anna Maria Adroer, Martí de
Riquer, Jaume Sobrequés, Frederic Udina y Armand de Fluvi (todos catalanes), se habrían apresurado a
incluir en el diseño de la corona barcelonesa algún jeroglífico en idioma amárico o hitita. EI acuerdo,
según Fluvi , establecía que: 'La corona tendría que ser forzosamente una corona real."
Ríanse si quieren, pero con argumentos tan chuscos como "forzosamente", los arriba citados lograrán
que una corona similar a la que luce la Real Señera (con todo derecho y desde la edad media) sea
incorporada en el escudo del "condado de Barcelona o principado de Cataluña, que es lo mismo" (Baldo,
Luys: Aclamación pía y justa. Barcelona 1627, f. 15) .
Y el sainete se extiende. EI PSM de Mallorca, olvidándose de la crisis, ha presentado una propuesta al
Ayuntamiento de Palma para pedir al Estado la devolución de la cimera de Jaime I, cuando todos los
historiadores saben que es más falsa que Roldán. Su antigüedad corresponde a la segunda mitad del
siglo XIV, cuando el Conquistador era una momia venerable y no usaba dragoncitos heráldicos. EI fraude
fue descubierto en 1894, y no comprendo cómo los socialistas del PSM todavía no se han enterado.
Lo curioso es que éstos son los que ridiculizan a Lizondo por aquello de que Felipe III reinó en el siglo
XV (esta semana todavía lo airea la sardanera "EI Temps", p. 34). Y es que tiene más cara que la Esfinge
de Gizeh. ¡Si podríamos editar una enciclopedia de disparates catalaneros semejantes!. Sin ir más lejos,
en el manipulado diccionario que regala el diario que más ha atacado a Lizondo por lo de Felipe III,
afirman que Albatera fue conquistada en 1266 por Alfonso XI, cuando este rey pertenece a otro siglo.
Idéntico error que el de Lizondo, pero cometido por miembros de la colla; y aquí no hay crítica que valga.
Espero, señores catalaneros (sé que son masocas y leen estas Iíneas), que censuren la autoconcesión
de corona real a Barcelona, y exijan la que les corresponde. Aunque, en confianza, reconozco que la
corona condal es fea y, además, muy parecida al casco de un robot de cómic japonés. Y estos detalles,

quizá, generan un "seriós" dilema al conseller heráldic de Catalunya. Pero, ¿y si le encargan a Tapies el
diseño de la corona catalana? Seguro que es el artista indicado para el proyecto.
Las Provincias 23 de Junio de 1994